Cita dominical con Hitchcock: El enemigo de las rubias

Hoy estube todo el día pensando que podía tener una cita a la hora de la fresca con mi amigo Alfredo, porque hoy partió el ciclo Alfred Hitchcock en el matucana 100. Así que cuando mi hermano dijo que iba a santiago me colé en el auto a lo más perro que le gusta que lo paseen.

49 de sus 53 películas estarán esperando por mi (y como 30 personas más) en el microcine a quinientos pesos, osea, un día de la semana lleve agüita en una botella, se ahorra la plata y va al cine, o no se tienta con ese pastelito de manjar y chocolate que le ofrese el del kiosko y va al cine, o cuelese en la micro... no... eso no. La cosa es que hay peliculas de aqui al 2010, y no es broma ni nada por el estilo, el ciclo dura hasta junio del otro año (podrían haber más domingos dentro de la semana).

Hoy fue el enemigo de las rubias, yo no se, tengo la sensación de haber visto alguna muda de mi amigo Alfredo en una de esas tardes de mucho calor esperando que se achicara la cola del transantiago viendo películas con el gato en el departamento del que me abandonó por irse a ver más peliculas a la ciudad de la furia, pero yo creo que no era esta y puede ser que la neurona de las sensaciones la haya inventado porque estaba aburrida... quien sabe... quien entiende a las neuronas.

Diré que supercachilupi, me acordé de lo aprendido sobre los tonos azules y amarillos de las peliculas de esa época y descubrí que este lolito me cae bieeen, incluso sin que sus peliculas hablen o hagan ruido, sin colores, medio borrosa, sin el tecnicolor y con la banda tocando afuera mezclando la música de la película con la de algun músico chileno emergente, tiene ese que se yo que te agarra y no te suelta, no diré que es una de mis peliculas favoritas, creo quea estas alturas del partido estoy demaciado adormecida con ruidos, sonidos, colores, imagenes, información, desinformación, reguetón y la custión para agarrar la pelicula como si la hubiese visto corriendo el año 30, pero el viejo cara de sapo me tiene en sus manos, ahí, cautiva, presa de todos los manejos de sensaciones que él quiso probocar en sus espectadores, una espectadora espectante.

A la salida, y como con nuestra nueva hora GTM-4 esta oscuro pero no tan frio a eso de las nueve, me dio por caminar. Desidí irme por catedral que hay más luz y me da menos susto que me salgan los lobos camino a la autopista donde tomar mi transantiago, pero duré dos cuadras, y yo no se si fue por ver tanto asesinato de muchachas hermosas, jovenes e inteligentes pero me dio susto, así que me devolví maldiciendo a Hitchcock de tener tanto poder sobre mi... tengo miedo del 11 de abril del 2010, cuando me toque ver psicosis de nuevo.... ay! que será de mi.