lunedì, dicembre 07, 2009

Ni hada ni con botas

Es raro, me siento como en otro planeta, o mejor dicho en otra realidad.

No tengo noción del tiempo, no sé como pero me vi revisando bloggs de gentes, los de siempre y un par de amigos de los de siempre (espié a una amiga de Mari que no conozco pero que en un momento me encontré viendo su página) y no me pasó una ni dos veces, me pasó todo el rato, que veía las fechas de los post y no me calzaban, como alguien iba a escribir el 11 de noviembre del 2009, incluso ahora que lo escribo me parece raro, porque en mi mente esa fecha aun no llega, ahora es noviembre, noviembre 6.. o 7.. no sé.

La verdad tampoco es algo que me resulte molesto, ni cómodo, no me resulta, solo que mi mente se demora más, mucho más de lo normal en internalizar la información, porque realmente nunca la internaliza, de lo contrario solo me hubiese pasado una vez. Pero tampoco me importa no tener una mente ágil, no me importa si el computador se pega y me demoro el doble de lo que debería demorarme (de hecho estoy ocupado el computador antiguo solo, porque esta siempre aquí dispuesto, no hay que pensar donde sentarse ni ponerle el cable) porque no me importa que el tiempo pase. Quizás sea un circulo vicioso, sin sentido del tiempo el tiempo no es relevante y como no es relevante no lo siento. O tal vez es porque no tengo nada que hacer, nada importante. O tal vez nada de lo que hago (y de lo que he hecho) me resulta importante ahora, ni siquiera perder el tiempo.

Pero es más que el tiempo, es el sentido de realidad el que he perdido, como que todo lo que pasa es irreal, es un sueño largo y horrible, es mentira, es una película o como una película, como estar del lado manipulado de la matrix o adentro del cerebro de Truman.

Dudo que el tiempo sea real, que las acciones sean reales, que mis recuerdos sean reales o fueran reales alguna vez, dudo que las personas sean reales, que los sentimientos sean reales, que yo sea real.

Tengo tan poca concentración tan poco sentido de realidad que ni mis métodos más probados de evación de la realidad funcionan, tal vez como nada es real, no surgen efecto. Las novelas me llevan a mundos y realidad maravillosas, pero me encuentro trasladada a ellas viviendo la misma realidad-no real que aquí, y como trato de alargar al menos la imagen de un espacio bello, se me acaba la historia en tan poco tiempo que no he alcanzo a dejar de llorar desde la última vez que no tenía historia en que pensar. Y si no es una historia, si no es el cuento de alguien resulta menos aun, porque no logro internalizar lo que leo, y Darwin suena como la profesora de Charlie Brown.

Tal vez tiene razón la canción de Jose, y todos los caminos me llevan a donde mismo, a los mismos sentimientos, a la misma pena y desamparo.

En fin, la verdad esto de escribir aquí tampoco me hace sentido ya, ni siquiera "hada con botas" me resulta cómodo. En algún momento de la vida, hace algunos años atrás cuando el sufrimiento por el desamor de mi primer amor dio paso a la felicidad constante por la tormenta superada, la forma bastante rebuscada que encontró mi mente para explicar mi estado de ánimo era esa, como un hada que anda revoloteando feliz de la vida pero con un par de botas pesadas que a ratos le hacen perder altura y rozar el suelo con la punta, pero hada igual. Ahora no puedo estar más lejos de esa imagen y es más, los recuerdos de que esa imagen, de yo como un hada, fue completamente adoptada por quien yo veo como el rey de los lagartos y quien con su desición de fugarse de mi lado y de la realidad que hasta hace poco compartiamos (y yo compartia con ustedes) me produjo el intrincado y poco claro estado que ahora trato de explicar con resultados muy bajos, me produce dolor, nostalgia y más me parece una burla de mi yo pasado que algo que me pertenezca.

Podría decir que no volveré a escribir más en este espacio, pero sin duda sería otra más de mis afirmaciones dudosas que he hecho habituales este último tiempo, como que seguiré estudiando inglés, que buscaré trabajo, que de a poco me sentiré mejor. Probablemente será como el resto de las cosas que hago, sin pensarlas, sin cuestionarlas, obligándome a algunas cosas como levantarme de la cama cada mañana.

Demaciadas divagaciones, tal vez en parte no quiera escribir más porque solo tengo eso, divagaciones y soy incapaz de reflejar ni un pedazo ínfimo de ellas aquí y parece que tampoco me interesa intentarlo.

Hoy..

Por su atención, muchas gracias.