Los aromos me recuerdan cuando mi abuela me llevaba a gimnacia en las tardes y me llenaba las trensas con sus flores amarillas.

Salio el sol, salio la luna pero falta el pelado comiendo tunas (aun que quisas a mi amiga mari ya le salió). El punto es que esta llegando la primavera, los pajaritos cantan, las viejas se levantan y de vez en cuando tambien llueve que llueve, se inundan las calles y uno que otro auto queda atrapado abajo de un paso nivel sanbernardino.

Me gusta esta época del año, cuando es pero no es, cuando es invierno pero hay 28 grados, cuando estan floridos los aromos, los damascos, cerezos, almendros y todos esos que tienen las flores parecidas, cuando a un cabro chico x del barrio se le cae un volantín por semana a mi casa o la del vecino y que uno no sabe que diablos ponerse en la mañana y termina saliendo con manga corta y con botas y te agarra la lluvia de improviso porque no viste el tiempo en la mañana.

A la vieja promedio le gusta reclamar por estos días, que el cambio de temperatura hace que la agarre el aire y uno se resfria, que está todo tan húmedo que le toma la espalda. Yo seré una vieja de alma, pero pucha que me gustan estos días, si lo único malo que le veo es que aparecen estos bicharracos que detesto tanto y que si veo uno, como ayer en la noche, me quedo durmiendo con la luz prendida para que se espante (y mandamos a júpiter el uso eficientes de los recuersos, el ahorro energético y la armonia con el medio ambiente)

Soy felíz, como perdíz, como perro que lo quieren, como lagarto al sol, como florecita roquera, eso generan estos días, a pesar de tener una perra cancerosa condenada a la muerte en lo que la tierra se demora en darle una vuelta entera al sol, a pesar de tener menos de un mes para terminar mi seminario de titulo gracias a un día de mujer osada que tuve y me hizo tomar fecha para muy pronto y a pesar de que la luna creciente me hace fluir mi lado más femenino y pone a prueba máxima la pasiencia casi de santo que tiene mi macho.

Estoy llena de cosas, mi perra me exige, mi seminario me exige, el cojo de mi padre exige, yo me exijo... pero con estas nuves, estos colores y estos aires no puedo más que disfrutar.