Domingo por la mañana

A veces me pasa que hay pedazos de mi día que son absolutamente intrasendentales pero me gustan y los repìto mil veces en mi cabeza.
Este fue el que repetí mil veces en mi cabeza durante la ducha de la que recien salí y fue justo antes:

Padre, preparando el almuerzo: mira lo que hago! (pasandose el cuchillo carnicero de 30 cm por el cuello)

Madre, hechando ropa a lavar: bueno

Padre(con cara de cabro chico que no le resulto): ¿como bueno? me voy a matar y no haces nada para impedirlo

Madre: no pues, si es tu voluntad, no puedo ir en contra de tu voluntad

Yo, paseandome en bata entre la cosina y el baño: ¿desde cuando tan respetuosa de la voluntad de los otros? ¡te desconozco!

Madre: nunca he obligo hacer nada a nadie

Yo: ¿como no? a mi me obligaste a nacer

Madre: ...... bueno, aparte de eso..... además a mi tambien me obligaron a nacer

Yo: claro, entonces te desquitas conmigo

Madre: ..... en realidad a uno deberian preguntarle si quiere nacer o no, nadie querría, se extinguiría la especie humana

Yo: no creo, siempre hay un gil que quiere nacer (pensamiento: yo hubiese querido, para saber como es)