Me caen mal las fiestas patrias

Más de una semana que todos andan enfiestados, con asado, cara de contentos y de buen animo, ojala siempre fuera así y la gente no necesitara saber que van a tener tres dias para beber como enagenados, comer de forma inconciente y manejar irresposablemente.

El otro día vi un reportaje sobre corridas de toros en españa que decia que antes en cada corrida morian entre seis y doce caballos corneados por los toros, hasta que se les ocurrió ponerles protecciones a los caballos. Pero hay gente que lo disfruta, como hay quienes disfrutan los rodeos, que es menos sangriente pero no deja de ser crueldad, la gente disfruta también elevando volantines con hilo tratado con vidrio molido para cortar el del vecino, no importa que los niños se corten las manos o que se sepa por experiencia que puede degollar a una persona, total le corta el volantín al vecino y para que decir de lo divertido que es volver de la fiestoca manejando, porque curao manejo mejol y si provoco un accidente donde mueran cinco personas menos yo, incluidos los niños que venian en el otro auto no es mi culpa, es un accidente y como jamás pensé que podia pasarme a mi.

Yo creo que igual como somos irresponsables en las celebraciones para comer y dejar tirado el trabajo un par de días antes del feriado, lo somos para beber, manejar y divertirnos en general, es como si la cosa de las fiestas patrias pusiera a todos, o a la gran mayoría, una especie de neblina mental que les impide ver con incluso menos claridad que la poca tenida habitualmente para pensar y que la diversión fuera siempre asociada a excesos, estupideses e irresponsabilidades.

Probablemente mi comentario puede ser exagerado o marcado por mi condición de abstemia que no le gustan los recintos cerrados y menos con humo o quisas sea eso lo que me permite tener una visión desde afuera del asunto.

En fin, en general las fiestas patrias, y estas en particular marcadas por un día de ayer 17 de septiembre, me caen horriblemente mal y punto.