domenica, novembre 26, 2006

La indeseada

Cuando era niña (y quizás no tan niña también) mi madrecita linda me decía que dejara de jugar con los perros de la calle porque podían tener bichos, que no siguiera comiendo árboles y pasto de las plazas porque podían tener infecciones, que nunca más le diera besos con lengua a mi perro porque me iban a salir gusanos en la guata y que no le siguiera robando los botones a mi abuela para morderlos porque estaban sucios y me hacia mal.

Pero jamás me dijo que no jugara con los gatos salvajes del cerro porque me podía dar tiña.... y bueno.... cremita 2 veces al día y un sentimiento horrible de perra callejera indeseada, autoaislada, con culpa de acercarme a mis amigos, al novio, al gato de mi novio, a mi perra, a la cocina... algo así como una leprosa del nuevo siglo... en fin... voy a volver al cerro uno de estos días a ver si mis hifas hialinas deciden volver a su gato regalón.

1 commento:

Anonimo ha detto...

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Por eso es que no te has aparecido?? El msn no se contagia...

Ahm, un beso, imagino que debes estar sobrecargada de trabajitis y novioitis. ;)