teoría marciana nº111

Ayer en la noche, mientras veia por tercera vez un capítulo de una belleza nueva donde un hombre llamado Sergio Meier hablaba sobre realidades paralelas, fractales, steampunk y otras hierbas, se me vino a la mente que quisas todos somos algo así como pequeños dioses que, sin saberlo, tenemos la capacidad de dar vida a las cosas que imaginamos, entonces, que todo lo que anda dando vuelta por nuestras cabezas, todas esas ideas superlocas que se nos ocurren derrepente se hacen realidad en mundos pequeñitos dentro de nuestro cerebros, siento cada uno dios de su propio metamundo, y a la vez siendo el delirio de alguien más que anda por ahí caminando por un parque, escuchando música, con la mente en cualquier parte, sin saber que es el dios omnipotente y omnipresente de un montón de seres que pasan el día caminando por el parque, escuchando música con la mente en cualquier parte, sin saber.

Ahora resulta que me siento responsable y culpable por andar pensando tanta tontera y tambien por querer dejar de pensar tanta tontera porque mis pequeñas creaturas estan acostumbradas a vivir entre tanta tontera y que ahora se les venga un mundo más cuerdo van a pensar que es el apocalipsis, o que su dios se enojó y van a matar guaguas o que se yo, cuando resulta que solo estaba viendo un programa entretenido mientras aspiraba un poquito de vapores tóxicos del plastico que estaba termofusionando.

Bueno, mañana nos vamos todas mis creaturitas y yo por una semana a un congreso de estudiantes de ciencias ambientales en viña del mar, quisas con otros aires ya no maten guaguas y a cambio bailen a pies descalzos o vallan a orar al lóbulo frontal con flores blancas en la mano. Quisas el dios del que soy creatura trabaja aburrido todo el día encerrado en una oficina y anda imaginando como sería la vida si cuando joven hubiese estudiado medioambiente en vez de contabilidad.

No se porque sospecho que esta nueva teoría no va a ser de mucha ayuda en mi cruzada por la concentración en hacer cosas útiles por la vida.