giovedì, agosto 16, 2007

la historia más contada...

El otro día en la mañana, tomé una microcuncunatransantiagasuperodiada con la esperanza que me salvara del metro colapsado correspondiente a la hora pico de la mañana, cuando toqué el timbre para bajar, don chofer abrió las puertas de adelante para que subiera la gente y antes que yo le insistiera que me abriera la puerta veo un brazo apareciendo de la nada agarrando a una señora por el abrigo y tironeándola de un lado para otro, todo con la persiana americana de cerati sinfónico de fondo. Era don chofer, que con cara de ira le reclamaba algo a una señora que le había reclamado algo antes (por lo que pude escuchar cuando le dije a gustavo que se callara un ratito para copuchar) otro pasajero tirado a machodefensortestosteronico le decía que se metiera con un hombre y que se bajara a ver como le iba, como si nadie tuviera nada más que hacer, los tirones, gritos y alegaderas duraron un par de minutos hasta que ya se volvió aburrido y la cuncunaendiablada siguió su camino pero, como pasa siempre después de un mal rato, vino el desquite y el asfalto en llamas nos veía olvidar el taco y llegar en 2 minutos dos estaciones más allá, comparado con los 35 minutos que nos demoramos en las dos estaciones anteriores!.. uff!! mercurio!! lastima que me haya dejado exactamente tan lejos como cuando tome la micro y con atraso de 45 minutos para mi clase de la mañana.

bienaventurados los jubilados, las tituladas y las pueblerinas que no usan transantiago a la hora pico, la falta de stress será de ellos.

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