Cuando era chica, en un curso de básica que no recuerdo tenia una amiguita, sol, que por razones que tampoco recuerdo empezamos a hacernos amiguitas de dos niñas que eran amigas entre ellas, la dani y mari.Como a mi cerebro yo creo que le faltan las neuronas secas para encontrar archivos antiguos no recuerdo más que eso de como conocí a la daniela ni en que momento la mari y sol se casaron para vivir su idilio en mundo privado hasta el último año cuando sol debió partir a recorrer el mundo y la pobre mari quedó como penelope medio semestre hasta sol volvió. Pero mientras nuestras amiguitas eran felices la una con la otra, derrepente miré para el lado y andabamos con la daniela pululando por el centro después de clases, mirando series, revistas de manualidades, en el cine, hablando de perros y comiendo como puerquitas.
De ahí que comenzó una amistad con la dani que, cuando traté de explicarle a la otra daniela (una que desapareció como en esa época y volvió hace poco de las tinieblas de ser estudiante de arquitectura), me di cuenta era muy especial, como cercana, absolutamente real y firme, pero en silencio, sin conversar, y no es que no haya confianza o algo así solo que las veces que ha sido necesario comunicar algo que nos ha pasado, solo bastan dos palabras o una france con algun sonido rápido como respuesta para sentirse acompañada y comprendida.
En fin, la cosa que en algún momento entre helados, peliculas de monitos, café y pastelitos jugando cartas en clases, nos encontramos que aparecieron al lado dos más, la massi y carol, que también eran antes amigas entre ellas y como la cosa funciona en dupla parece ahora eramos un cuarteto y aun que la carol, no voluntariamente, no pasaba mucho tiempo con nosotras después de clases, se hizo más y más común las juntas en al casa de la dani a jugar cartas u otro juego de mesa, tomar té, probar las cosas nuevas que dani habia aprendido a hacer, ver maratones de peliculas, arrendar peliculas de muertos para jalogüín y por sobre todo... comer como puercas.
En esas juntas derrepente se unió la moria, la hermana de la dani y su amigo pancho, derrepente sus primas, tías, madre y cualquiera que ande rondando por ahí.
Cuando salimos del colegio y lso años fueron apsando (y la dani se fue cambiando de casa) carol se fue a estudiar al puerto, a la gloria la perdimos en el camino y la massi... bueno, la massi, como ayer, tiene otros asuntos a veces que le impiden vernos (asunto que sabemos donde vive y con pancho procuraremos deshacernos de él si continuan así las cosas), y la invitada especial, la mari, entre otros asuntos, mocos y quien sabe que nunca supimos de ella.
Toda esta chachara es para expresar lo felíz que me hace ver a la dani, a puro comer como chanchas y conversar, aun que las señoritas del colegio ya no aparezca, con la moir, pancho y jorge es más que suficiente para ver tener un rato ultra agradable que estaba hechando de menos.
Las desaparecidas sin acción
